
No cabe la menor duda de su vinculación a la Orden de los Caballeros del Temple. La especulación se genera en torno a sus antecedentes. En una bula de 1170, el papa Alejandro III hace referencia al convento templario de San Juan de Otero, perteneciente a la diócesis de Osma. Puede que estuviera localizado en el mismo lugar que San Bartolomé y fuese reemplazado por la construcción protogótica que ha perdurado, pero también hay quien apunta la posibilidad de que estuviera situado en el otero donde se asienta el castillo, y que se edificara a la par que éste a mediados del siglo XII. Las ruinas de la pequeña iglesia que subsisten podrían ser, en tal caso, las del primitivo santuario templario