
Es más que probable que los faros existieran antes de las épocas romanas y griegas, ya que los fenicios y los cartaginenses encendían hogueras en lo alto de las torres de vigía que levantaban en puntos destacados de las costas. Algunos faros actuales todavía conservan su aspecto original, como el faro poligonal del Castillo de Dover, en Inglaterra. o la torre de Hércules de La Coruña.
«El Faro» ha estado muy presente en el arte, tanto en la pintura y la fotografía como en la literatura de casí todos los idiomas, repleto de leyendas, muertes, romances imposibles y misterio casi siempre. Quien no se ha quedado fascinado al ver su romantica silueta recortada en un mar inmenso, sin duda «El Faro» es y será pese a la navegación moderna parte indisoluble de nuestra historia…
Los faros, esas construcciones tan sugerentes, que ponen a volar tu imaginación.
Saludos
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